Los glóbulos blancos, también conocidos como leucocitos, representan menos del 1% de las células sanguíneas, pero son muy importantes para la salud y la protección contra las enfermedades. Son las células que defienden al organismo contra virus y bacterias. Tener un recuento bajo o elevado de leucocitos puede indicar una serie de trastornos relacionados con la sangre y la médula ósea.

¿Qué se considera un recuento bajo de glóbulos blancos?

Un recuento bajo de glóbulos blancos también se denomina a veces leucopenia (o leucocitopenia). El recuento de leucocitos varía de una persona a otra.

El intervalo normal suele estar entre 4.000 y 11.000 leucocitos por microlitro de sangre. Todo lo que esté por debajo de 4.000 se considera un recuento leucocitario bajo.

Causas del recuento bajo de leucocitos

Un recuento bajo de glóbulos blancos suele deberse a problemas en la médula ósea, donde se producen. La médula ósea es el tejido esponjoso del interior de los huesos responsable de la creación de la mayoría de las células sanguíneas del organismo.

Ciertos tipos de cáncer, como la leucemia, y tratamientos como la quimioterapia pueden dañar la capacidad de la médula ósea para crear glóbulos blancos. Sustancias químicas como el benceno y ciertos pesticidas también pueden dañar la médula ósea.

Otra causa frecuente de un recuento bajo son las infecciones. Una infección puede afectar a la médula ósea y dificultar la producción de glóbulos. Además, cuando el organismo está luchando contra una infección especialmente grave, el ritmo de producción, aunque se incremente como respuesta, puede no seguir el ritmo al que se consumen los glóbulos blancos para combatir la enfermedad.

Otras causas de leucopenia son los trastornos autoinmunitarios, como el lupus y la artritis reumatoide, que hacen que el organismo ataque a sus propios glóbulos. Ciertos medicamentos también pueden destruir los glóbulos blancos. La carencia de vitaminas, el consumo excesivo de alcohol y, en general, una dieta inadecuada también pueden reducir el recuento.

¿Cuáles son los síntomas de un recuento bajo de glóbulos blancos?

Un recuento anormalmente bajo puede aumentar el riesgo de contraer cualquier tipo de infección. Un recuento bajo en sí no produce directamente ningún síntoma, pero un paciente inmunodeprimido como consecuencia de una leucopenia importante y que luego desarrolla una infección puede experimentar síntomas asociados a esa infección, como fiebre, dolor localizado, fatiga, dolor muscular, pérdida de apetito y malestar general.

¿Cuáles son los riesgos de tener un recuento bajo de glóbulos blancos?

El principal riesgo de un recuento anormalmente bajo es la vulnerabilidad a las infecciones. Sin una respuesta adecuada de los glóbulos blancos para combatir las infecciones, el organismo corre un mayor riesgo de que cualquier infección (incluidas las que suelen considerarse leves) pueda causar una enfermedad grave o la muerte.

El riesgo de infección es una preocupación aún mayor para un paciente cuya inmunidad ya está comprometida por algún motivo. Un ejemplo de ello es un recuento bajo de neutrófilos (los neutrófilos son un tipo de glóbulos que participan en la lucha contra las infecciones bacterianas) causado por el efecto de la quimioterapia contra el cáncer en la médula ósea. En estos casos, puede ser necesario reprogramar los tratamientos para permitir la recuperación del recuento de glóbulos blancos y pueden administrarse medicamentos para estimular el crecimiento de neutrófilos y ayudar a mantener niveles adecuados.

Dado que la leucopenia es en sí misma asintomática y que las infecciones crónicas pueden pasar desapercibidas al no producirse una respuesta sintomática, los pacientes inmunodeprimidos suelen someterse a un hemograma periódico para controlar su recuento, junto con otros controles médicos regulares.

 

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