Las infecciones por Campylobacter son una de las principales causas de enfermedades transmitidas por alimentos en todo el mundo. Se estima que cada año, alrededor de 1.3 millones de personas sufren una infección por Campylobacter en los Estados Unidos solamente. Aunque la mayoría de las infecciones son leves y se resuelven por sí solas, algunas pueden ser graves y requerir tratamiento médico.
En este artículo, discutiremos los desafíos en el tratamiento de las infecciones por Campylobacter, así como las opciones de diagnóstico y tratamiento disponibles para los pacientes.
Diagnóstico
El diagnóstico de una infección por Campylobacter se realiza mediante el cultivo de la bacteria en una muestra de heces del paciente. Sin embargo, el cultivo puede ser difícil y llevar varios días, lo que retrasa el diagnóstico y el tratamiento.
Para abordar este problema, se han desarrollado pruebas rápidas de diagnóstico para la detección de antígenos de Campylobacter en muestras de heces. Estas pruebas pueden proporcionar resultados en menos de una hora y son una herramienta valiosa para la detección temprana de la infección.
Tratamiento
El tratamiento de las infecciones por Campylobacter generalmente implica el uso de antibióticos. Sin embargo, la elección del antibiótico puede ser difícil debido a la creciente resistencia a los antibióticos en las cepas de Campylobacter.
La azitromicina y la eritromicina son los antibióticos de elección para el tratamiento de las infecciones por Campylobacter, pero en algunos casos, la bacteria puede ser resistente a estos medicamentos. En tales casos, se pueden usar otros antibióticos, como la ciprofloxacina o la gentamicina.
Además, es importante tener en cuenta que la terapia con antibióticos no siempre es necesaria para tratar una infección por Campylobacter. En algunos casos, los pacientes pueden recuperarse sin tratamiento.
Prevención
La prevención de las infecciones por Campylobacter implica prácticas adecuadas de higiene alimentaria y de manipulación de alimentos. Esto incluye lavarse las manos regularmente, cocinar los alimentos a temperaturas seguras, evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos, y almacenar los alimentos adecuadamente.
También se ha desarrollado una vacuna contra la Campylobacter, pero actualmente no está disponible para su uso en humanos.
Pruebas rápidas y analizadores
Además de las pruebas rápidas de diagnóstico mencionadas anteriormente, también hay disponibles analizadores automatizados para la detección de Campylobacter en muestras de alimentos y muestras ambientales.
Estos analizadores pueden proporcionar resultados en tiempo real y reducir el tiempo y los costos asociados con el cultivo y la identificación de la bacteria.