Las enfermedades entéricas afectan el tracto gastrointestinal, incluyendo el estómago, intestino delgado, colon y recto. Estas enfermedades pueden ser causadas por diversos factores, incluyendo infecciones, trastornos autoinmunitarios, alteraciones del sistema nervioso entérico y enfermedades metabólicas.
En este artículo, nos enfocaremos en las enfermedades metabólicas y cómo éstas pueden afectar la salud intestinal. Además, te mostraremos cómo las pruebas rápidas y de laboratorio pueden ser útiles para prevenir y tratar estas afecciones.
Enfermedades metabólicas y su relación con las enfermedades entéricas
Las enfermedades metabólicas son trastornos que afectan el metabolismo de nuestro cuerpo, es decir, cómo nuestro cuerpo convierte los alimentos en energía y cómo utiliza esa energía. Algunos ejemplos de enfermedades metabólicas son la diabetes, el síndrome metabólico y la enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA).
Estas enfermedades pueden afectar la salud intestinal de diversas maneras. Por ejemplo, la diabetes tipo 2 se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y síndrome del intestino irritable (SII). La EHGNA también puede contribuir a la inflamación intestinal y aumentar el riesgo de enfermedades entéricas.
Además, el síndrome metabólico, que se caracteriza por tener varios factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, también puede aumentar el riesgo de enfermedades entéricas. Se ha demostrado que las personas con síndrome metabólico tienen un mayor riesgo de desarrollar SII y enfermedad de Crohn.
Cómo prevenir y tratar enfermedades entéricas relacionadas con enfermedades metabólicas
La prevención y el tratamiento de las enfermedades entéricas relacionadas con enfermedades metabólicas comienzan con un diagnóstico temprano y preciso. Las pruebas de diagnóstico pueden ayudar a identificar estas afecciones y permitir un tratamiento adecuado.
Algunas pruebas de diagnóstico comunes incluyen análisis de sangre para medir los niveles de azúcar en la sangre, marcadores de inflamación y enzimas hepáticas. También se pueden realizar pruebas de imagen, como ecografías y tomografías computarizadas, para evaluar la salud intestinal.
Una vez que se ha diagnosticado una enfermedad entérica relacionada con una enfermedad metabólica, el tratamiento puede variar dependiendo de la afección específica. En general, se pueden recomendar cambios en la dieta y el estilo de vida, medicamentos para controlar los síntomas y la inflamación, y en algunos casos, cirugía.