La relación entre las infecciones por Helicobacter pylori y el cáncer gástrico

El cáncer gástrico es una enfermedad grave que se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células anormales en el estómago. Es una de las principales causas de muerte por cáncer en todo el mundo, y aunque su incidencia ha disminuido en las últimas décadas, sigue siendo una enfermedad grave que afecta a muchas personas.

Una de las causas principales del cáncer gástrico es la infección por la bacteria Helicobacter pylori, que se encuentra en el revestimiento del estómago. Aunque muchas personas pueden estar infectadas por esta bacteria, sólo una pequeña proporción desarrolla cáncer gástrico.

Epidemiología

La prevalencia de la infección por Helicobacter pylori varía según la edad y la ubicación geográfica. En los países desarrollados, la mayoría de las personas adquieren la infección en la infancia, mientras que en los países en desarrollo, la infección se adquiere a una edad más avanzada.

En general, la infección por H. pylori es más común en países en desarrollo, donde hasta el 80% de la población puede estar infectada. En los países desarrollados, la tasa de infección es más baja, con una prevalencia del 20% al 50%.

Patogénesis

La bacteria Helicobacter pylori es una bacteria gramnegativa que se encuentra en la capa de moco del estómago. Produce ureasa, que descompone la urea en amoníaco y dióxido de carbono, y esto aumenta el pH en su entorno, lo que facilita su supervivencia.

La bacteria H. pylori también tiene una serie de factores de virulencia que le permiten colonizar y persistir en el estómago. Uno de estos factores es una proteína llamada CagA, que se inyecta en las células del estómago y causa una serie de cambios celulares.

La infección por H. pylori también induce una respuesta inmunitaria en el cuerpo, que puede causar inflamación crónica del estómago. Esta inflamación crónica puede llevar a la metaplasia intestinal, una condición en la que las células del estómago comienzan a parecerse a las células del intestino. La metaplasia intestinal es un factor de riesgo conocido para el cáncer gástrico.

Prevención y diagnóstico

La prevención de la infección por H. pylori es esencial para prevenir el cáncer gástrico. Esto se puede lograr mediante medidas como mejorar las condiciones sanitarias y la higiene, así como la administración de antibióticos para erradicar la bacteria en personas infectadas.

El diagnóstico de la infección por H. pylori se puede realizar mediante pruebas de sangre, heces o respiratorias. También se puede realizar una endoscopia y tomar una biopsia del estómago para detectar la bacteria.

Tratamiento

El tratamiento de la infección por H. pylori se basa en la combinación de varios antibióticos con un inhibidor de la bomba de protones (IBP). El objetivo del tratamiento es erradicar la bacteria, prevenir la recurrencia de la infección y reducir el riesgo de desarrollar cáncer gástrico. La elección del régimen terapéutico depende de factores como la resistencia local a los antibióticos, la edad del paciente, el estado de salud general y el historial médico.

En la mayoría de los casos, el tratamiento dura entre 7 y 14 días y puede incluir la administración de dos o tres antibióticos diferentes, junto con un IBP. Entre los antibióticos que se utilizan con mayor frecuencia se encuentran la amoxicilina, la claritromicina, la metronidazol y la tetraciclina. En algunos casos, se pueden usar otros antibióticos como la levofloxacina o la rifabutina. La elección del régimen depende de la sensibilidad local a los antibióticos y de los factores individuales de cada paciente.

Es importante destacar que el tratamiento debe seguirse con precisión, ya que la resistencia a los antibióticos puede complicar el tratamiento y aumentar el riesgo de recurrencia de la infección. Además, la terapia debe ser supervisada por un profesional de la salud para asegurarse de que se esté siguiendo adecuadamente y evaluar la respuesta al tratamiento.

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