Un hemograma completo (CBC) suele ser la primera prueba que se solicita para controlar el estado de salud de un paciente, y los resultados constituyen la base para la toma de decisiones relativas a otras pruebas, el diagnóstico y el tratamiento.
Gane eficacia en las evaluaciones sanitarias
Un hemograma es menos costoso que muchas pruebas específicas de patógenos y, por lo tanto, se solicita ampliamente como prueba inicial en, por ejemplo, investigaciones de fiebre. Un recuento diferencial de glóbulos blancos, como parte del hemograma, puede indicar la presencia de una infección vírica o bacteriana que puede tratarse con antibióticos.
Seguimiento de la recuperación del paciente
El seguimiento estrecho del recuento de células sanguíneas de un paciente puede ser esencial en muchos escenarios clínicos. Por ello, el hemograma se utiliza habitualmente para controlar la progresión de la enfermedad y el tratamiento de las afecciones que afectan a las células sanguíneas.
Recuento sanguíneo completo a partir de una gota de sangre
La toma de muestras de sangre capilar puede ser una opción para los pacientes a los que resulta difícil pinchar, como los ancianos. Como el pinchazo en el dedo suele ser más fácil para el paciente, la toma de muestras capilares también suele utilizarse en niños y pacientes en estado crítico.
Acortar el tiempo de respuesta
El diagnóstico y el tratamiento precoces aportan beneficios para la salud del paciente. Los análisis hematológicos in situ pueden ayudar a acortar el tiempo desde la toma de muestras hasta el diagnóstico y el inicio del tratamiento, ya que no es necesario enviar las muestras para su análisis.
Garantizar un rendimiento fiable del sistema
La notificación de los resultados de las muestras de los pacientes depende de la disponibilidad de los instrumentos. El diseño robusto de los equipos ayuda a garantizar el tiempo de funcionamiento de los instrumentos y a reducir al mínimo el tiempo y los costes de mantenimiento y servicio.